La hiperhidrosis es una disfunción de las glándulas sudoríparas que genera sudoración excesiva en ciertas zonas del cuerpo, como axilas, manos, pies o rostro. Esta condición puede ser primaria (sin causa aparente) o secundaria (asociada a enfermedades o medicamentos).

El tratamiento más eficaz y seguro en medicina estética es la infiltración de neuromoduladores. Esta sustancia bloquea temporalmente las señales nerviosas que activan las glándulas sudoríparas, reduciendo notablemente la sudoración en las áreas tratadas. El procedimiento se realiza con agujas muy finas, no requiere hospitalización y tiene una recuperación inmediata.

A los pocos días, el paciente nota una disminución del sudor que puede mantenerse durante 6 a 9 meses. Es una solución ideal para quienes buscan controlar esta condición sin cirugía ni efectos secundarios importantes.

Se aplica en zonas donde hay sudoración excesiva localizada: principalmente axilas, palmas de las manos y plantas de los pies. También puede utilizarse en el rostro (frente) o el cuero cabelludo, en casos específicos. La elección de la zona depende del diagnóstico médico y de las necesidades del paciente.

Los efectos comienzan a sentirse entre los 3 y 5 días tras la aplicación, y alcanzan su efecto máximo en unas dos semanas. La piel permanece seca y confortable durante meses. Es un cambio significativo en la calidad de vida del paciente, especialmente en situaciones sociales o laborales.

Los efectos suelen mantenerse entre 6 y 9 meses, aunque pueden variar ligeramente según el metabolismo de cada persona. Una vez pasado este periodo, puede repetirse la sesión sin problemas. Muchas personas lo convierten en parte de su rutina de bienestar, realizándolo 1 o 2 veces al año.