El Lipoláser es una técnica avanzada de remodelación corporal que combina la eliminación de grasa localizada con la retracción cutánea gracias al uso de tecnología láser. Se introduce una cánula muy fina equipada con una fibra óptica que transmite energía láser directamente en el tejido adiposo.

El calor del láser licua la grasa, facilitando su extracción con una microcánula o permitiendo su reabsorción natural por el organismo. Al mismo tiempo, esta energía térmica estimula la síntesis de colágeno, consiguiendo un efecto tensor en la piel.

Esto lo convierte en un tratamiento ideal para zonas delicadas o con tendencia a la flacidez. Además, el Lipoláser causa menos sangrado, menos inflamación y una recuperación más rápida que otras técnicas de lipoescultura tradicionales.

El Lipoláser utiliza tecnología láser para licuar la grasa antes de extraerla, lo que reduce el daño a tejidos circundantes. Además, ayuda a tensar la piel, lo que no ocurre con la liposucción clásica. Esto permite obtener un resultado más uniforme y con menor riesgo de flacidez. También implica menos dolor, hematomas y un tiempo de recuperación más corto.

Este tratamiento es muy versátil y se aplica en abdomen, flancos, brazos, cartucheras, papada, rodillas, espalda y muslos. También es eficaz en zonas más pequeñas y difíciles de tratar con otros métodos. Gracias a su precisión, permite remodelar el cuerpo de forma localizada y simétrica. Es una opción ideal para pacientes con grasa rebelde.

Se recomienda el uso de una faja compresiva durante 3 a 4 semanas para facilitar la adaptación de la piel. También es importante seguir las sesiones de drenaje linfático indicadas por el especialista. El paciente debe evitar esfuerzos intensos durante al menos una semana. Un seguimiento médico personalizado ayuda a optimizar los resultados.